El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) contribuye al desarrollo productivo y al mejoramiento de la competitividad del sector agrícola, ganadero y forestal nacional, generando políticas de sanidad vegetal, salud animal, recursos naturales renovables y calidad alimentaria. Éstas se basan en las características internas del país, en su potencial productivo y en el entorno internacional en que vivimos y consideran, como principio básico, el desarrollo sustentable.
El SAG ha hecho una gran contribución al desarrollo del sector agropecuario en Chile; desde su creación, en el año 1967, ha desarrollado una estructura y operación propia que ha generado una cultura de trabajo de excelencia, con resultados reconocidos nacional e internacionalmente.
A partir de este nuevo siglo, el SAG ha pasado a ser una institución clave en el proceso de desarrollo agropecuario que hoy vive el país. El Servicio apoya integralmente el proceso de globalización comercial, especialmente las exportaciones e importaciones. Por lo tanto, manteniendo su vocación histórica de prevenir y controlar las enfermedades de animales y plantas, ha debido desarrollar otras áreas para apoyar íntegramente el proceso de apertura comercial. Para ello también ha debido ajustar sus lineamientos estratégicos y programas, y modernizarse para hacer más eficiente y eficaz esta labor.